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Cómo enseñar respeto a los niños?

Dorigen Durán | 6 de Marzo, 2017
Cómo enseñar respeto a los niños? | Fuente de la Imágen

Una vez más abordaremos nuestro interesante tema acerca de la educación del ser humano en su primera infancia.

En este trascendental periodo de la vida, el niño aprende las cuatro lecciones más importantes que marcarán profundamente el éxito o el fracaso de su vida en todos los aspectos. Físico, espiritual, emocional e intelectual.

Cito la obra "Conducción del Niño" de la sabia escritora Ellen G. Withe cuando dice:

"La educación comienza en el hogar—En el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su primera escuela. Allí, con sus padres como maestros, debe aprender las lecciones que han de guiarlo a través de la vida: lecciones de RESPETO, OBEDIENCIA, REVERENCIA Y DOMINIO PROPIO. Las influencias educativas del hogar son un poder decidido para el bien o para el mal. Son, en muchos aspectos, silenciosas y graduales, pero si se ejercen de la debida manera, llegan a ser un poder abarcante para la verdad y la justicia."

Lecciones de respeto, obediencia, reverencia y dominio propio, lecciones que han de guiarlo a través de la vida con un poder decisivo para el bien.

El respeto pareciera que es algo demasiado serio para enseñarlo a un niño en su tierna infancia pero es el tiempo idealmente indicado para hacerlo.

Como realizar esta difícil pero importante tarea?

"Las facultades de su intelecto y de su cuerpo se desarrollaban gradualmente, en armonía con las leyes de la niñez.” {DTG 49.2}
“Nunca debe permitírseles que manifiesten falta de respeto hacia sus padres. Nunca la terquedad se debe dejar sin reprensión. El futuro bienestar del niño requiere una disciplina bondadosa, amante, pero firme"{Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 86}

Reprendiendo la terquedad con bondad y amor pero firmeza.

"Deberían darse las razones por las que se exige obediencia—Los niños deben aprender a obedecer en el gobierno de la familia. Deben formar un carácter simétrico que Dios pueda aprobar, manteniendo la vigencia de la ley en la vida doméstica. Los padres cristianos han de educar a sus hijos para que obedezcan la ley de Dios. . . . Las razones para esta obediencia y respeto de la ley de Dios pueden imprimirse en los niños tan pronto como puedan comprender su naturaleza, de modo que sepan qué deben hacer, y qué deben abstenerse de hacer."{Conducción del niño}

Manteniendo la vigencia de las leyes de la vida domestica. De esta manera se están preparando para que obedezcan la ley de Dios. Esto se puede imprimir en ellos, cuando tienen muy claro que deben hacer y que deben abstenerse de hacer.

"El hábito de la obediencia se establece por la repetición—Las lecciones de obediencia, de respeto por la autoridad, necesitan repetirse a menudo. Esta clase de obra realizada en la familia constituirá una poderosa influencia para el bien, y no sólo se evitará que los hijos hagan el mal y se los constreñirá a amar la verdad y la justicia, sino que también los padres recibirán el mismo beneficio. Esta clase de obra que el Señor requiere no puede ser hecha sin una seria meditación de su parte, y sin mucho estudio de la Palabra de Dios, a fin de que puedan instruir de acuerdo con sus directivas."{Conducción del niño}

Lecciones de obediencia y respeto repetitivas para formar el hábito. Una consistencia en la orden y la recompensa de acuerdo a la conducta del niño.

"Enséñese a respetar el juicio experimentado—Se les debe enseñar a los niños a respetar el juicio experimentado. Se los debe educar de tal manera que su mente esté unida con la de sus padres y maestros, e instruirlos de manera que puedan ver cuán propio es escuchar su consejo. Entonces, cuando se aparten de la mano guiadora, su carácter no será como el junco que tiembla al soplo del viento."{Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 60.}

Respeto por el juicio experimentado de padres y maestros. Respeto por sus consejos.

"Cuando los padres no mantienen su autoridad, entonces cuando los niños vayan a la escuela, no tendrán respeto por los maestros o los principios de la escuela. En el hogar no les enseñaron la reverencia y el respeto que deberían tener. El padre y la madre estuvieron al mismo nivel que los hijos."{Manuscrito 14, 1894.}

Mantener firmemente la autoridad para que cuando vayan a la escuela ya hayan aprendido a respetar a los maestros y los principios de la escuela.

"Manifestad respeto por vuestros hijos, y no les permitáis hablar ninguna palabra irrespetuosa acerca de vosotros."{Manuscrito 114}

No permitirles hablar ninguna palabra falta de respeto hacia sus padres.

"Debe enseñárseles que cuando llegan visitas, deben comportarse con tranquilidad y respeto."{Manuscrito 64, 1899}
"La madre . . . debe gobernar sabiamente su casa, en la dignidad de su maternidad. Su influencia en el hogar ha de ser suprema; su palabra, ley. Si ella es cristiana, bajo la dirección de Dios, conquistará el respeto de sus hijos. Decid a vuestros hijos exactamente lo que requerís de ellos."{Consejos para los Maestros Padres y Alumnos, 86.}

La palabra de la madre debe ser ley que sea acatada. Si busca la dirección de Dios, Él le enseñará cómo lograrlo.

Respeto por los ancianos—Dios ha mandado especialmente que se manifieste tierno respeto hacia los ancianos. “Corona de gloria es la cabeza cana—dice—, cuando se halla en el camino de justicia”. Proverbios 16:31. Habla de batallas peleadas, y victorias ganadas; de cargas llevadas y tentaciones resistidas. Habla de pies cansados que se acercan al descanso, de puestos que pronto quedarán vacantes. Ayudad a los niños a pensar en esto, y ellos suavizarán el camino de los ancianos mediante su cortesía y respeto, y añadirán gracia y belleza a sus jóvenes vidas si prestan atención al mandato: “Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano”.

"Los padres y madres siempre debieran presentar en la familia delante de sus hijos el ejemplo que desean que imiten. Debieran manifestarse mutuamente un tierno respeto en palabra, apariencia y acción."

Si el padre respeta a la madre al igual que ella a él, en sus palabras y acciones ellos querrán imitar a ejemplo.

"Vigilad el tono de la voz tanto como las palabras—No salga de vuestros labios una palabra de enojo, dureza o mal genio. La gracia de Cristo espera que la demandéis. Su Espíritu dominará vuestro corazón y conciencia, presidiendo vuestras palabras y actos. No renunciéis nunca a vuestro respeto propio mediante palabras apresuradas y no pensadas. Procurad que vuestras palabras sean puras, vuestra conversación santa. Dad a vuestros hijos un ejemplo de lo que deseáis que sean ellos. . . . Haya paz, palabras amables y semblantes alegres."{Carta 28, 1890}

Cuando no controlamos nuestras palabras ni vigilamos el tono de nuestra voz por medio de la gracia de Cristo, no estamos teniendo en cuenta nuestro respeto propio.

Su Palabra es sagrada—Deberíamos reverenciar la Palabra de Dios. Deberíamos mostrar respeto hacia el volumen impreso y no darle usos comunes ni manosearlo descuidadamente. Nunca debería ser citada la Escritura en broma, ni parafraseada para decir una agudeza.

Como mostramos respeto hacia el volumen sagrado?
- No manosear la Biblia
- No citarla nunca en broma.

"Mostrad reverencia por los ministros que son representantes de Dios—Se debería mostrar reverencia hacia los representantes de Dios: pastores, maestros y padres llamados a hablar y actuar en su lugar. Dios es honrado por el respeto mostrado hacia ellos."{La Educación, 239.}

Si queremos honrar a Dios, mostremos con nuestro ejemplo y exijamos a nuestros hijos respeto por los pastores, maestros y padres.

Si nos concentramos en enseñar estas lecciones a nuestros hijos esto nos traerá mucha paz y realizaciones y colocaremos en sus vidas una plataforma para el éxito.

Que el Señor guíe a esos padres que desean entregar a la sociedad sus hijos como personas útiles y felices.

Dorigen Durán
Dorigen Duran es educadora en las áreas de música, salud integral y dietoterapia. Se ha desempeñado como misionera voluntaria en diversos países de sudamérica compartiendo sus conocimientos y experiencia con adultos jóvenes y niños. Le gusta todo lo que tenga que ver con la didáctica y enseñanzas bíblicas prácticas.

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